Si deseamos despertar, liberarnos del velo de la ilusión, debemos estar dispuestos a cambiar nuestros hábitos, a transformar nuestra experiencia vital, a iniciar el camino de la autotransformación. Es en el momento en que tomamos consciencia de quienes somos, de hacia dónde nos encaminamos, de tomar la firme decisión de ser honestos con nosotros mismos, cuando se inicia nuestra metamorfosis de crisálida a mariposa.
Cambiando culpa por responsabilidad.
El único modo de iniciar este camino es tomar responsabilidad de nuestra vida, dejar de culpar a otros por los que nos ocurre, recapitular, hacer un trabajo de conciencia con nosotros mismos y dejar de poner excusas, todo aquello que creemos no poder alcanzar en realidad son metas que no queremos alcanzar. Si aprendemos a reconocer lo que no queremos hacer o no estamos dispuestos a hacer, dejaremos de culpar a otros por todo aquello que no hemos logrado, asumiendo con valor nuestra responsabilidad.
Tarde o temprano, dentro de las ruedas de la vida, llegará el momento de mirarnos cara a cara en el espejo y preguntarnos si lo que estamos haciendo carece de sentido o por el contrario tiene un propósito útil. Es el momento del reconocimiento interior, cuando nuestra alma nos grita desde dentro para indicarnos el camino correcto si nos hemos desviado de nuestro propósito de vida, todos venimos con un propósito, llevarlo a cabo con la mayor dignidad otorga un sentido elevado a nuestra existencia.
“Si quieres despertar a toda la humanidad, entonces despierta. El mayor regalo que puedes ofrecer es el de tu propia autotransformación.”
Lao Tsé
Reconocernos y aceptar quienes somos nos aporta la paz necesaria para aprender a discernir y a tomar las riendas de nuestra vida, a dirigirnos hacia donde queremos ir sin miedo, con el corazón lleno de alegría, entendiendo que la vida es un viaje lleno de magia y que cada uno de nosotros somos el protagonista de ese viaje. Es entonces cuando todo a nuestro alrededor se transforma en magia, aparecen las sincronicidades, los mensajes, nuestra familia espiritual y por el principio de resonancia álmica atraemos todo cuanto antes anhelábamos, sin tan siquiera esforzarnos, tu decides, merece la pena intentarlo?
Autor: Lakami
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