La Tribu

En el Chamanismo, el concepto de tribu adquiere sentido allí donde habitan personas en comunidad: No importa si es una gran ciudad con millones de personas, una pequeña aldea perdida en las montañas, etc… todos incluyen un núcleo de gente con la que convivir (vecinos, familiares, compañeros de trabajo, amigos) que por ende forman nuestra tribu.

Evidentemente, a algunos de esos miembros los podemos incluir por decisión propia, pero la gran mayoría están ahí para ayudarnos a ejercer un camino de evolución una vez abrimos los ojos y pasamos a vivir nuestra vida de manera consciente.
Allí donde exista un conjunto de seres humanos viviendo en comunidad e interactuando social, emocional y energéticamente, existirá una tribu.

Una Tribu es un círculo de energía

Una tribu es un círculo de energía donde los que viven y trabajan juntos están conectados. Esto crea un fuerte sentido de comunidad y pertenencia, así como un propósito e identidad compartidos. La tribu a menudo se basa en la familia, la cultura o la ubicación, pero también se puede formar en torno a intereses, causas u otras experiencias compartidas.

Cada tribu es un círculo de unidad de energías entre quienes viven y trabajan juntos. Una tribu es un grupo de personas que comparten un interés, cultura u objetivo común. También las tribus se forman cuando se encuentran personas con un interés común y se unen para compartir su pasión.

La Tribu como identidad cultural

La tribu ha sido una parte integral de la existencia humana durante milenios. Cada cultura tiene su propia interpretación del concepto de tribu. En general, la tribu es un grupo de personas que viven juntas e interactúan. La definición de la palabra tribu varía, al igual que las interpretaciones de su connotación.

Por ejemplo, una familia puede sentirse cómoda al pertenecer a un grupo formado por otras familias similares, conocidas como ‘tribu’ por otros. En este sentido, el ser humano busca inherentemente pertenecer a un grupo; y cuando se unen, forman una tribu. Por lo tanto, la tribu representa la inclinación humana a interactuar con los de su propia especie y con lo que es similar a uno mismo, de ahí la necesidad de mantener la identidad y tradiciones.

Al mismo tiempo, simboliza el elemento básico de convivencia e interacción del ser humano. Esencialmente, la coexistencia requiere que todos los miembros de las tribus de la humanidad se relacionen decentemente entre sí. Hablando en términos generales, la coexistencia requiere la unión mental y espiritual entre los miembros que pertenezcan a la misma tribu; porque cuando están unidos por intereses comunes o antecedentes culturales, forman un poder del cual se retroalimentan.

Por otro lado, también se ha demostrado que la no interferencia entre los miembros de varias tribus -conocida como autarquía- es un aspecto importante del proceso evolutivo de la humanidad. En este sentido, cada cultura preserva su autonomía para que ninguna otra cultura pueda invadir su herencia principal o forma de vida. Como tal, cada miembro de una cultura tiende a valorar y preservar distintos aspectos de su vida en relación con los de otras culturas, formando su propia tribu.

La Tribu como pertenencia a una comunidad

Una tribu es un grupo de personas con un sentido compartido de comunidad que se apoyan y cuidan mutuamente. Las tribus se basan en la confianza, el respeto y una visión compartida, y por consiguiente debe ser un lugar donde las personas pueden ser ellas mismas y sentirse protegidas. El concepto tribu simboliza el entorno donde podemos unirnos para celebrar nuestras diferencias y encontrar fortaleza en los vínculos que nacen del amor y la comprensión.

Las antiguas enseñanzas legadas de tribus como los Lakota, Tolteca o Kahuna (por poner algunos ejemplos) siempre fijaban su atención en la sabiduría del corazón. Aquella que adquirimos mediante el autoconocimiento y la observación. Uno de los motivos por los cuales esta sociedad muestra una pérdida de rumbo constante, es el trato hacia los ancianos, ellos son la fuente de sabiduría viva de la tierra.

Si establecemos una comparativa con los roles que encontramos en las tribus indígenas, observaremos que son ellos quienes toman las decisiones, escuchan las propuestas y disputas para hablar desde su corazón, compartiendo todo aquello que han aprendido a base de comprender sus errores, observar los de otros y aceptar que todos tenemos caracteres diferentes, pero nos une el poseer un mismo corazón.

Buscar tu propia Tribu

La mayoría de veces aquel o aquella que despierta y va en dirección contraria a lo establecido en una tribu o clan familiar, deberá luchar por mantenerse firme en la búsqueda de su esencia, apartándose y alejándose de todos aquellos cuya energía turbe su camino. No le debemos nada a nadie, nuestra búsqueda no es una guerra contra otras personas de la tribu cuya incomprensión e ignorancia sacará sus más bajas energías para actuar contra nosotros.

Debemos recordar que la esencia de todas las cosas depende del individuo y no se puede comparar con nadie más. En una misma tribu las personas sienten diferente, se comunican con los demás de manera diferente y lo más importante: piensan diferente. Todos somos únicos y debemos abrazar este carácter único, si no, la vida sería gris y aburrida. Las personas con una esencia similar a la nuestra son buenas para nosotros, enriqueciendo nuestro conocimiento y experiencia. Cuando conocemos a alguien con un carácter diferente al nuestro pero con un buen corazón, empezamos a aprender de él.

El camino del autoconocimiento es una preciosa y dura lucha contra uno mismo ya sea dentro o fuera de una tribu. En el momento en el que dejemos de darle poder a todas esas personas de nuestro entorno que nos roban la energía en el día a día, empezaremos a establecer los cimientos para encontrar a nuestra propia tribu.

Iyari.
Instituto de Chamanismo Evolutivo®