Resurgiendo del sueño
Liberarnos de la forma humana es liberarnos del sueño en que estamos sumidos cuando el espíritu está encarnado.
¿Cuántas veces hemos oído hablar del sueño eterno?
¿Qué significa en realidad este concepto?
El sueño eterno en realidad, hace referencia al tiempo que pasamos en este plano experimentando la vida encarnados en un cuerpo físico. Ese sueño puede ser tan largo como decidas, hasta que seas consciente de que estás soñando y tomes el firme propósito de despertar, para muchos, la rueda de reencarnaciones, puede ser efectivamente, un sueño eterno.
Porque esto que experimentamos como real, no es más que un sueño, lo que conocemos como muerte, eso que tanto tenemos, no es más que el despertar de este sueño transitorio al que llamamos vida.
Liberándonos de cargas
El apego que sentimos por aquello que creemos poseer, mi casa, mi coche, mi cuerpo, mi vida, nos provoca tal miedo a la pérdida que nos incapacita para poder realizar nuestro viaje del alma tal como estaba previsto. En muchos casos, este miedo a perder nos mantiene sumidos en la más absoluta esclavitud y lo que es peor, nos impide realizar nuestro propósito de vida.
Vivir sin miedo a la muerte nos permite liberarnos por completo de todo aquello que nos ata y es entonces cuando podemos dedicarnos a vivir plenamente.
Es el tiempo de que los velos caigan, de que el conocimiento llegue a todos, la muerte tal y como la conocemos no existe, la mediumnidad, la videncia, el contacto con otros planos, son tan normales como respirar cuando estás encarnado.
El sentido de la vida jamás ha sido acumular riquezas, conocimientos o poder que una vez desencarnado no te servirán de nada, más bien todo lo contrario, son apegos que te atan al bajo astral e impiden que sepas como actuar cuando llegue el momento de iniciar tu viaje.
Existen chamanes especializados en el tránsito, cuyo único objetivo en esta vida es prepararse para su viaje.
Aprendamos a apreciar el regalo que es esta pequeña siesta que estamos tomando y vivamos este instante con ilusión, compartiendo nuestro amor y nuestra alegría, haciendo todo aquello que nos apetece o deseamos porque estamos soñando y cuando sueñas, tú mandas, tú decides, tú eres el único que puede crear la realidad a tu antojo.
Autor: Lakami
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