El Yo Superior

Son muchas las personas que creen en la existencia de una parte de nosotros que mora en los planos espirituales, algo que nos guía a lo que estamos estrechamente ligados y que guarda esa parte de nosotros, digamos, más elevada. Algunos lo definen como maestro interior, otros como Yo Superior o alma.

Esa entidad espiritual, es una parte de nosotros que se nutre y almacena todo el conocimiento, toda la experiencia y toda la materia espiritual necesaria para nuestra evolución y trascendencia como seres divinos. Cuanto más elevados sean tus pensamientos y tus acciones, más nutrido estará tu Yo Superior y más cerca estarás de vivir una experiencia divina en un cuerpo humano.

El Yo Superior en la antigüedad

Ya en la antigüedad se conocía el concepto del Yo Superior, se han encontrado textos egipcios con mas de 3.500 años, en los que se definía de una forma conceptual a una entidad mucho más elevada que nosotros que nos acompañaba y con la que el hombre tenía como finalidad suprema fundirse mediante el estudio y la instrucción en las escuelas de misterio.

En los vedas hindúes, datados sobre el 1.500 antes de Cristo y compuestos gracias a una serie de revelaciones experimentadas por los antiguos sabios tras meditaciones intensas y estadíos de contemplación profunda, se habla también de una entidad espiritual conectada al hombre. Una entidad que nos guía desde planos elevados, dando lugar a los más honrosos actos cuando actuamos en nombre de este Yo Superior.

Más tarde, en Grecia, los clásicos también acuñaron esta idea de un Yo Superior, de hecho, en casi todos los textos filosóficos se nos dice que el concepto de un Yo espiritual o un Yo Superior apareció por primera vez en la antigua Grecia pero no es así, este concepto acompaña al hombre desde los anales de la historia. Los grandes pensadores griegos dedicaron gran parte de su obra al estudio de ese Yo superior o alma del hombre.

Platón, por ejemplo, creía en un Yo espiritual inmortal que existía antes de la creación, muy similar al concepto de reencarnación de algunas corrientes de pensamiento espiritual o esotéricas. También creía que los humanos tenemos un Yo animal y un Yo mortal.

Si analicemos esto último, se podría clasificar como un Yo Superior que correspondería a nuestra parte más elevada, la parte espiritual, un Yo animal que correspondería al ego inferior y un Yo mortal que correspondería al cuerpo físico.

Aristóteles sin embargo, no estaba de acuerdo con Platón sobre el Yo Superior pero si creía en el concepto de un yo inferior animal que nos domina cuando el hombre no está cultivado y no ha trabajado en su autoconocimiento.

“Conócete a ti mismo” como nos decía Sócrates, maestro de Platón que después sería maestro de Aristóteles, este último como digo, no estaba de acuerdo con el concepto de un Yo Superior pero si creía en el autonocimiento como vía para no dejarse dominar por el ego inferior.

Un ego inferior no desarrollado que nos ancla a las bajas pasiones y a los instintos más primarios, se podría decir por tanto que Aristóteles también creía en la búsqueda del desarrollo espiritual a través del pensamiento elevado.

Yo superior

El Yo Superior como elemento cultural

Además de encontrarse en la filosofía, estas ideas también fueron adoptadas por la religión dando paso al concepto de alma, por ejemplo en el cristianismo se cree en un alma inmortal que forma parte de la naturaleza divina del ser humano y que una vez separada del cuerpo, vuelve a los reinos espirituales donde mora eternamente.

Estos pensamientos han sido incorporados a la religión y la literatura, todos los textos espirituales hablan de un modo u otro de un Yo Superior que forma parte del hombre. Encontramos referencias a esto en grandes obras religiosas o literarias como la Biblia, el Infierno de Dante, incluso en las obras de Shakespeare.

La conexión con los planos espirituales, la conciencia superior, la información canalizada y el campo cuántico son todas manifestaciones de este proceso de pensamiento.

Observamos que desde la antigüedad, las fuentes de sabiduría aceptaban el hecho de que una gran parte del ser humano está constituida por una fuente espiritual guiada por el Yo Superior.

Aunque la idea sobre un Yo espiritual varia de una cultura a otra, el concepto de Yo Superior que guía la esencia espiritual de una persona está firmemente arraigado en el consciente colectivo de la humanidad desde tiempos remotos y según esta idea, nuestra espiritualidad define quiénes somos.

Ancestralmente, la evolución espiritual de un hombre o una mujer, era lo que definía su rol dentro de la sociedad, cuanto más conectado estaba un ser humano a su Yo Superior, más capacidad tenía para guiar a otros en su camino por la vida.

El concepto del Yo Superior en la actualidad

En este momento, paradójicamente lo que rige el rol de un ser humano dentro de su colectivo es el rango social o económico que ostenta, sin tener en cuenta la sabiduría, el desarrollo espiritual o el trabajo de autoconocimiento que haya podido llevar a cabo durante sus años de vida.

No te da qué pensar que en las antiguas civilizaciones moradoras del planeta, las más elevadas en cuanto a ingeniería y tecnología que jamás hayan pisado esta tierra, los guías y maestros de la sociedad fuesen aquellos que habían desarrollado su espiritualidad?

Y qué en la actualidad todo lo que tiene que ver con espiritualidad va cargado de una connotación peyorativa o se relacione con superchería barata?

Qué fines se esconden detrás del intento de limitar el desarrollo espiritual del hombre como especie, acaso el de seguir dominando a un hombre desconectado de su propio poder?

Hoy en día, la ciencia ha demostrado que el ser humano, al igual que todo lo que está vivo y necesita de una fuente de energía para existir, dispone de un campo cuántico al rededor de su cuerpo físico. Al igual que los electrones que rodean un átomo, todo cuerpo dispone de un campo magnético que le envuelve y este campo magnético tiene la capacidad de interactuar con otros campos.

Podemos por tanto, afirmar científicamente que un ser humano no es tan solo un cuerpo físico.

Qué ocurriría si la mayor parte de la humanidad despertase al hecho de que además de un físico, posee unas capacidades espirituales, un guía interior, una inteligencia intrínseca con la habilidad de conectar con estados elevado de consciencia que le liberasen de sus yugos y limitaciones mentales?

Qué ocurriría en este planeta si la humanidad al completo viviera desde su Yo Superior?

Lakami.
Instituto de Chamanismo Evolutivo®

Si te gustan nuestros artículos, por favor, dale a seguir y a me gusta en nuestras redes sociales

Tabla de contenidos